A UNA REINA EMÉRITA Y A UNA REINA CONSORTE DE ESPAÑA
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A Uds. DOÑA
LETICIA, mi REINA, en calidad de REINA CONSORTE y a Uds. DOÑA SOFÍA, mi REINA,
en calidad de REINA EMÉRITA.
Como hombre/mujer,
padre/madre y abuelo/abuela, siempre he visto y a cualquier nivel social y
económico, lo difícil que es reconocer un presunto acto de DELINCUENCIA de un hijo ó una hija y por parentesco de una
nuera ó un yerno, aunque dichos delitos hayan sido considerados CULPABLES por
un TRIBUNAL DE JUSTICIA y si a esto le
unimos el rango de pertenecer a una antigua Monarquía con todo lo que con ello
arrastra, más aún, porque en un caso y en el otro, siempre se antepone el
sentimiento de MADRE/REINA al de REINA/MADRE, y esos sentimientos nos diferencia
el AMAR a los hijos como MADRES no tanto como PADRES.
A UDS., DOÑA
SOFÍA EN CALIDAD DE REINA EMÉRITA
Durante los
años que ejerció como REINA CONSORTE (y fueron muchos), JAMÁS, ni una sola vez,
dio Uds. en público, el menor gesto anti protocolario de su rectitud, seriedad
y sonrisa que se desviara un solo segundo de su papel de Reina Consorte. Me
imagino que le habrán sobrado años, meses y días para dejar entrever la oculta
desdicha que ocultaba en sus silencios dentro de su matrimonio, pero siempre
nos ha querido transmitir que allí, por encima del sufrimiento y la soledad de
su Alma, estaba nuestra Reina y todos sus sinsabores, humillaciones y vacíos
sentimentales quedarían ocultos ( sin conseguirlo) entre su bella mirada con el
mensaje a su Pueblo de que “nada pasaba en su relación matrimonial con el Rey,
Don Juan Carlos, porque él era eso… su Majestad el Rey” y así lo hizo toda su
vida y por ello, desde su nacimiento, recibió una educación especial
protocolaria dirigida no ha ser mejor esposa, sino a ser simplemente, REINA,
dejando sus verdaderos sentimientos de mujer enterrados en el vacio de sus
silencios. Pero no fue educada para separar dichos sentimientos de Reina con
los sentimientos de Madre y con los años eso le traicionó o tal vez peor sería
si conociendo tan bien a la nueva Reina Consorte, la provocó para que todo el
mundo viera su reacción ante una actitud que los expertos en Protocolo Real la consideran
a Uds. culpable o al menos responsable de lo que sucedió en la Catedral de
Mallorca ese día. Y esto ya sería bastante más grave.
Lo sucedido al
finalizar el acto religioso, seguramente tendrá diferentes defensores para un
lado que para el otro pero considero que en este caso los hechos no pueden ser
analizados desde una perspectiva de SUEGRA-NUERA porque las dos son Reinas de
España y esto lo cambia todo al estar sometidos todos sus actos sociales
públicos a un estricto Protocolo Real muy difícil o imposible de entender para
nosotros, el Pueblo llano. Por ello, cada uno opinará según lo vio y lo siente.
Yo me limito a respetar las consideraciones y los criterios de expertos
reconocidos en ese Protocolo Real, me guste o no me guste y aquí encuentro las
siguientes y diferenciadas partes:
PUNTO PRIMERO.- A Uds. DOÑA SOFÍA, no la invitaron a ese
acto en calidad de ABUELA de las hijas de los actuales Reyes, sino en calidad
de REINA EMÉRITA DE ESPAÑA y eso le exigía un determinado Protocolo que Uds. lo
conoce perfectamente el cual, entre otras cosas la obligaba a;
A,.) Una vez acabados los actos religiosos, permitir que
primero salgan al exterior su Majestad el Rey, seguido de su esposa la Reina
Consorte y posteriormente la Princesa de Asturias y la Infanta a las cuales seguirán
siempre por detrás su Abuelo y Uds., misma.
B.-) El lugar que Uds. Mi Reina, escogió por su propia
voluntad, para realizar las normales fotos de una Abuela y sus nietos no era el
que protocolariamente fuera correcto porque aún no habían salido los Reyes de
España y siempre que la Reina Consorte se lo permitiera porque en definitiva
eran sus hijas no las suyas sin tener en cuenta que para unos niño-as, su Madre
es siempre lo primero y nosotros los Abuelos, sobre todo a partir de que
cumplen los 8 años, somos un sentimiento de menor consideración emocional más
aún cuando son educadas en un rígido Protocolo Real.
A UDS. DOÑA LETICIA, MI REINA CONSORTE
Debo recordar
y reconocer que cuando fue presentada como prometida del Príncipe Heredero y
nuestro futuro Rey, no me agradó absolutamente nada por diferentes razones que
interpreté llegando a sentirme incluso ofendido como ciudadano y algo
monárquico, pero con el paso del tiempo, reconozco su tremendo esfuerzo
personal para convencerme de su calidad humana y hacerme sentir ORGULLOSO de
tenerla como mi REINA CONSORTE. Jamás dio sensaciones negativas en su nuevo destino
social, salvo alguna metedura en ese tan estricto Protocolo Real, pero siempre
cuando ha estado representándonos con otras autoridades o monarquías, me ha
hecho sentir el orgullo de Pueblo por tenerla como nuestra actual REINA
CONSORTE. Todo esto y mucho más podría decirle pero me imagino lo difícil que
le ha sido aceptar y seguir esa nueva forma de vida y comportamiento Real y
posiblemente percibir los comentarios despectivos hacia su persona por parte de
su nueva familia y la corte de cortesanos que la rodea y sus sentimientos negativos,
llegándola a considerar “ LA INTRUSA, POBRE Y HASTA SEPARADA”, pero supo
aparentemente callar y tragar tanto dolor aunque ello no significara OLVIDAR y
ya cuando sintió que el Pueblo llano la aceptábamos y queríamos como nuestra
REINA CONSORTE, aplicó el Protocolo, ese mismo Protocolo que tanto la hizo
llorar en sus silencios de Palacio. Y aquí no vale la compasión por una Abuela
porque por encima de ese sentimiento ( y tal vez no debería ser así), está el AMOR
y el respeto unido al Protocolo Real de enseñanza desde su nacimiento,
hacía su propia Madre, más aún si esta es la Reina.
Cuando a un
padre ó a una madre, la Justicia le demuestra que su hija o yerno es un “presunto
delincuente”, sobretodo una Madre, por muy Madre que se sienta, debe
reconocerlo, pero hasta la madre del mayor asesino de la Historia, siempre
trato de justificarlo y cuando no hay justificación humana, busca la respuesta
en una “locura transitoria”, pero nunca reconocerá que su hija o yerno son unos
verdaderos delincuentes del Pueblo. Pero si aparte de Madre, es Reina Emérita y
tales hechos dañan y perjudican a la Institución Real, a su propio hijo Rey, a
su nuera Reina Consorte y sobretodo pone en peligro la institución hereditaria
de la Princesa de Asturias en calidad de futura Reina y viendo que su propia
hija, la Infanta Cristina no corta de raíz su relación matrimonial (aunque
siguiera siendo amante de su marido) dando cobertura y participando de los
fraudulentos (aparentemente) beneficios de su marido, debería Uds. Mi Reina,
por respeto a esa Institución Real cortar todo contacto con esa familia,
precisamente porque Uds., es la REINA EMÉRITA y no una simple Madre de Familia.
Pero si por el contrario, no lo hace y visita con frecuencia a esa familia, se
hace Uds., también tolerante de lo que las Leyes han considerado despreciando a
la propia familia de su hijo que para mayor gravedad es el actual REY DE ESPAÑA.
Pero si Uds. quiere seguir en ese plano, debería DIMITIR automáticamente de
todos los actos, responsabilidades y beneficios que le aportan la consideración
de REINA EMÉRITA y limitarse a ser una simple MADRE.
¿ENTONCES
QUE ES LO QUE HA PASADO ESE FATÍDICO DÍA EN MALLORCA…?
DOÑA SOFÍA en
sus dos cualidades de REINA EMÉRITA Y ABUELA, se ha confundido al dar prioridad
demostrativa al papel de Abuela que al de REINA de una Dinastía Real que se
mueve Protocolariamente en cada uno de sus actos de los cuales siempre ha sido
una gran profesional y hasta pudiera entender que sería normal que ese Amor de
Abuela la traicionara, porque en definitiva, por encima de ser Reina Emérita es
Abuela como ser humano que como todos los humanos, come, llora, ríe y ama a sus
nietos. No pasaría nada si los hechos estuvieran producidos dentro de una
familia del Pueblo, sin Protocolos Reales, pero no es este el caso de lo
acontecido y DOÑA LETICIA, encontró el, momento que hacer cumplir esas nuevas Leyes
Protocolarias que tuvo que aceptar en el desempeño de su nueva familia, tal
vez, como una lejana venganza hacía quien no supo respetar como REINA a su
propio hijo el actual REY y a su propia familia. DOÑA SOFÍA, se olvidó por una
sola vez de lo que siempre fue una profesional, ósea el Protocolo y DOÑA
LETICIA le hizo recordar que la REINA CONSORTE era ella y los nietos como siempre,
respetan y van de acuerdo con sus padres, más aún con su Madre sobre todo si
esta es SU REINA .
¿SOLUCIÓN…? ¡Muy
difícil por ser un tema de familia y sobretodo Familia Real…! Pero si tengo claro una cosa; DÑA. SOFÍA
mi REINA EMÉRITA, personalmente debe decidir si quiere ser solamente MADRE o
REINA EMÉRITA, porque las dos cosas juntas, a veces no pueden conjugarse,
cuando la propia Justicia ya se ha posicionado en actos delectivos sin hacer
daño a una de las partes y en este caso prevalece la nueva FAMILIA REAL.
Atentamente-Eugenio Tievo Parcero con D.N.I. 76-834.542-Y
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