La reconocida “ Evolución de las especies”
No soy un intelectual, ni menos universitario -como si ello fuera necesario para expresarse- simplemente, un ciudadano que a medida que le van pasando los años, menos entiende esta sociedad que (¿habrá que pedir disculpas para no ofender a los iluminados intelectuales?) camina en sentido contrario al descubrimiento de la “evolución de las especies”.
Estoy convencido que si hoy comenzara Darwin su estudio evolutivo, y me refiero al ser humano, nada tendría que ver con sus descubrimientos. Cada época desarrolla o se subdesarrolla en función del comportamiento humano, y hace años que hemos comenzado a destruirnos. Porque de lo contrario, no lo entiendo... ¿qué relación tiene nuestra actual sociedad y la sociedad de nuestra infancia y juventud? ¡¡¡ ninguna !!! Hemos anclado el símbolo de la mentira como logro económico-social ¿quién dice la verdad? ¿el político de izquierda? ¿el político de derechas? ¿la Iglesia?.. Todos mienten en función de sus intereses.
Si bien creo que hubo evolución hasta los años 70, fuimos nosotros -la generación de los Beatles, la generación de los hipes- los que rompimos la progresión evolutiva de nuestros hijos, alimentándolos de conceptos de libertad, de modernismo y rompiendo los valores éticos y sociales de la familia, columna primordial de nuestro desarrollo evolutivo. La izquierda se aprovechó de esa hambre de libertad a cambio de nuestro voto, ofreciéndonos sueños de paraísos imaginarios en el proceso natural de la vida, creando nuevas sociedades dentro de nuestra sociedad. Si a través de siglos evolutivos el concepto “familia” -tanto para animales racionales o irracionales- lo formaron el hombre y la mujer de cuya unión nacían hijos, que con el tiempo volvían a crear sus propias familias, la libertad social de la llamada “izquierda progresista” creó la nueva sociedad de la familia entre hombres y niños, entre mujeres y niños, y mañana.. ¡¡¡ sabe Dios lo qué !!! Aplicó el derecho a la libertad para justificar el aborto libre, amparados en la demagogia jurídica al servicio del poder. La iglesia se unió en sentido contrario pero antievolutivo, condenando el uso del preservativo como elemento controlador del SIDA, negando a la evolución humana del sacerdocio el crear su propia familia fuera del recinto eclesiástico, manteniendo los escuadrones de la oración encerrados en clausura, pero en las sombras de sus vicios, violando las inocencias. La derecha, intentando perder lo menos posible su poder económico -heredado en la mayoría de los casos- y amparados en viejos capitalismos de estado, sirviendo al mensaje conformista inventado por la Iglesia de que “ bien aventurados los pobres… que de ellos será el Reino de los Cielos…”
Pero posiblemente ninguno de estos tres poderes sociales sea más culpable que nosotros mismos. Poco a poco, la mujer fue desplazándonos del simbolismo que manteníamos en la familia y nosotros, cobardes de nacimiento, lo fuimos consintiendo; tal vez por comodidad, pero nuestra inconsciente bisexualidad oculta embarcó en proclamas de libertad hacia la mujer, de sus derechos elementales como ser humano, y creamos profetas de la palabra y el pensamiento para justificarlo todo: sociólogos, psicólogos, psicoanálisis etc..
La libertad de la izquierda pedía más libertad y al niño ya no se le podía dar una zurra (aunque desgraciadamente no conseguimos que sigan muriendo niños de palizas de sus mayores); ya no podemos prohibirles sus botellones porque a los 6 años les hemos enseñado su derecho a vestir, a peinarse etc.. y ni la mujer normal estaba preparada para esa evolución, ni menos los hombres para entenderla.
Resultado: nosotros, nacidos en los movimientos de los 50 ó 60, formamos familias que fueron más libres que las de nuestros padres, pero sin peso intelectual; y sin darnos cuenta nos hicimos esclavos-protectores de nuestros hijos, y éstos, cuando crearon sus familias sólo eran pantallas del pasado que pronto comenzaron a romperse y separarse, destruyendo la evolución positiva para entregar a nuestros nietos..
Y nosotros, los padres ¿dónde hemos quedado…? Si antes éramos -a través de siglos- un pilar dentro de la familia, ahora tal vez queden por simples y meros procreadores, pero sin derecho a decidir si nace o muere nuestro propio hijo.Ya no participan en su desarrollo porque todo lo ha absorbido el papel de la mujer, ser más inteligente y constante en sus pretensiones de control y mando.
Y en nuestro poder de destrucción, creamos el arma más destructiva que nuestra evolución desarrolló. Dicen que antiguamente fue el diluvio universal; después o antes, la torre de Babel, y ahora le llamamos Internet. Eso sí, justificándola como progresiva y necesaria. Es como una droga que necesitamos para vivir; pero a la vez que la iluminamos de necesidad, al final, encaminada a nuestra propia destrucción, dudo -aunque personalmente me niego a aprenderla- que Internet sea hoy necesaria, como lo es la energía atómica, por ejemplo.
Pero la hemos creado y cada día le buscamos nuevas aplicaciones que nos obligan a estar más horas frente a su pantalla, hasta que su poder nos absorba la vida de la propia libertad. Menos mal que nuestros nietos aún nos tienen para recordar otros tiempos donde se jugaba en la calle, otros momentos donde a través de nuestra ternura, sienten el calor de la familia. El padre estará o no estará, la madre estará o no estará, pero el beso de los abuelos, sus cuentos al anochecer… siempre estarán, y nuestra imagen permanecerá en sus mentes, como el bello recuerdo de cuando vivíamos en familia.
Pero me pregunto que pasará cuando estos nietos sean padres en el sentido de los “abuelos”. Habrá casos de abuelo y abuela por parte de padre y abuelo y abuela por parte de madre, pero también habrá abuelo-abuelo por parte de padre, abuelo-abuelo por parte de madre o habrá también 3 abuelos y una abuela o 3 abuelas y un abuelo etc.. Y esa sociedad llamada “progresista” ¿seguirá llamando a esto familia?
La “evolución de las especies humanas".. ¡¡¡ una mierda milonguera !!!
Falsedad y días más cortos traerán largas noches negras, pero estoy convencido de que si Darwin volviese a nacer se volvería loco en entender que es lo que nos ha pasado a los humanos para llegar a destruir nuestra propia evolución que es la familia. Tal vez sea fruto de ser el animal más destructivo del planeta Tierra.
Estoy convencido que si hoy comenzara Darwin su estudio evolutivo, y me refiero al ser humano, nada tendría que ver con sus descubrimientos. Cada época desarrolla o se subdesarrolla en función del comportamiento humano, y hace años que hemos comenzado a destruirnos. Porque de lo contrario, no lo entiendo... ¿qué relación tiene nuestra actual sociedad y la sociedad de nuestra infancia y juventud? ¡¡¡ ninguna !!! Hemos anclado el símbolo de la mentira como logro económico-social ¿quién dice la verdad? ¿el político de izquierda? ¿el político de derechas? ¿la Iglesia?.. Todos mienten en función de sus intereses.
Si bien creo que hubo evolución hasta los años 70, fuimos nosotros -la generación de los Beatles, la generación de los hipes- los que rompimos la progresión evolutiva de nuestros hijos, alimentándolos de conceptos de libertad, de modernismo y rompiendo los valores éticos y sociales de la familia, columna primordial de nuestro desarrollo evolutivo. La izquierda se aprovechó de esa hambre de libertad a cambio de nuestro voto, ofreciéndonos sueños de paraísos imaginarios en el proceso natural de la vida, creando nuevas sociedades dentro de nuestra sociedad. Si a través de siglos evolutivos el concepto “familia” -tanto para animales racionales o irracionales- lo formaron el hombre y la mujer de cuya unión nacían hijos, que con el tiempo volvían a crear sus propias familias, la libertad social de la llamada “izquierda progresista” creó la nueva sociedad de la familia entre hombres y niños, entre mujeres y niños, y mañana.. ¡¡¡ sabe Dios lo qué !!! Aplicó el derecho a la libertad para justificar el aborto libre, amparados en la demagogia jurídica al servicio del poder. La iglesia se unió en sentido contrario pero antievolutivo, condenando el uso del preservativo como elemento controlador del SIDA, negando a la evolución humana del sacerdocio el crear su propia familia fuera del recinto eclesiástico, manteniendo los escuadrones de la oración encerrados en clausura, pero en las sombras de sus vicios, violando las inocencias. La derecha, intentando perder lo menos posible su poder económico -heredado en la mayoría de los casos- y amparados en viejos capitalismos de estado, sirviendo al mensaje conformista inventado por la Iglesia de que “ bien aventurados los pobres… que de ellos será el Reino de los Cielos…”
Pero posiblemente ninguno de estos tres poderes sociales sea más culpable que nosotros mismos. Poco a poco, la mujer fue desplazándonos del simbolismo que manteníamos en la familia y nosotros, cobardes de nacimiento, lo fuimos consintiendo; tal vez por comodidad, pero nuestra inconsciente bisexualidad oculta embarcó en proclamas de libertad hacia la mujer, de sus derechos elementales como ser humano, y creamos profetas de la palabra y el pensamiento para justificarlo todo: sociólogos, psicólogos, psicoanálisis etc..
La libertad de la izquierda pedía más libertad y al niño ya no se le podía dar una zurra (aunque desgraciadamente no conseguimos que sigan muriendo niños de palizas de sus mayores); ya no podemos prohibirles sus botellones porque a los 6 años les hemos enseñado su derecho a vestir, a peinarse etc.. y ni la mujer normal estaba preparada para esa evolución, ni menos los hombres para entenderla.
Resultado: nosotros, nacidos en los movimientos de los 50 ó 60, formamos familias que fueron más libres que las de nuestros padres, pero sin peso intelectual; y sin darnos cuenta nos hicimos esclavos-protectores de nuestros hijos, y éstos, cuando crearon sus familias sólo eran pantallas del pasado que pronto comenzaron a romperse y separarse, destruyendo la evolución positiva para entregar a nuestros nietos..
Y nosotros, los padres ¿dónde hemos quedado…? Si antes éramos -a través de siglos- un pilar dentro de la familia, ahora tal vez queden por simples y meros procreadores, pero sin derecho a decidir si nace o muere nuestro propio hijo.Ya no participan en su desarrollo porque todo lo ha absorbido el papel de la mujer, ser más inteligente y constante en sus pretensiones de control y mando.
Y en nuestro poder de destrucción, creamos el arma más destructiva que nuestra evolución desarrolló. Dicen que antiguamente fue el diluvio universal; después o antes, la torre de Babel, y ahora le llamamos Internet. Eso sí, justificándola como progresiva y necesaria. Es como una droga que necesitamos para vivir; pero a la vez que la iluminamos de necesidad, al final, encaminada a nuestra propia destrucción, dudo -aunque personalmente me niego a aprenderla- que Internet sea hoy necesaria, como lo es la energía atómica, por ejemplo.
Pero la hemos creado y cada día le buscamos nuevas aplicaciones que nos obligan a estar más horas frente a su pantalla, hasta que su poder nos absorba la vida de la propia libertad. Menos mal que nuestros nietos aún nos tienen para recordar otros tiempos donde se jugaba en la calle, otros momentos donde a través de nuestra ternura, sienten el calor de la familia. El padre estará o no estará, la madre estará o no estará, pero el beso de los abuelos, sus cuentos al anochecer… siempre estarán, y nuestra imagen permanecerá en sus mentes, como el bello recuerdo de cuando vivíamos en familia.
Pero me pregunto que pasará cuando estos nietos sean padres en el sentido de los “abuelos”. Habrá casos de abuelo y abuela por parte de padre y abuelo y abuela por parte de madre, pero también habrá abuelo-abuelo por parte de padre, abuelo-abuelo por parte de madre o habrá también 3 abuelos y una abuela o 3 abuelas y un abuelo etc.. Y esa sociedad llamada “progresista” ¿seguirá llamando a esto familia?
La “evolución de las especies humanas".. ¡¡¡ una mierda milonguera !!!
Falsedad y días más cortos traerán largas noches negras, pero estoy convencido de que si Darwin volviese a nacer se volvería loco en entender que es lo que nos ha pasado a los humanos para llegar a destruir nuestra propia evolución que es la familia. Tal vez sea fruto de ser el animal más destructivo del planeta Tierra.
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