"" ¿ Que es ... querer a un nieto...? """"
Querer a un nieto/a es el último gran amor del ser humano y el que nos permite sentir lo positivo de haber vivido. Es el tercer amor intransferible cuyo sentimiento no puede pasar a otros, porque fluye con nuestra propia sangre.
Nacemos sintiendo el primer amor intransferible que es el amor a nuestra madre y por eso decimos " que madre .. solo hay una ...". Fruto de ese amor, nacen otros sentimientos transferibles, como el amor a nuestra pareja o a las diferentes parejas que nos encontremos, el amor a un animal de compañía, el amor a un determinado lugar. Cuando tenemos un hijo, volvemos a sentir el amor intransferible y al final de nuestro recorrido llega el tercer amor intransferible que son nuestros nietos y que representan la continuidad de nuestra propia sangre, la cadena genética de nuestros antepasados, la nueva rama que como nosotros nace y crece del árbol genealógico, del que hemos sido formados y al vernos envejecer, con el paso del tiempo, "ellos", con su nueva sabia, transportan nuestros sueños, nuestros caracteres, nuestra experiencia y hasta nuestras debilidades mejoradas.. Pero además, llegan en el momento en el cual, nuestros hijos han emprendido su nuevo vuelo de crear su propia familia y donde nosotros " ya no somos lo más importante". Aunque siempre serán nuestros hijos, apenas cuentan con nuestra opinión y lógicamente tienen otras personas a quien contarles las cosas.
Su nueva familia, como ley de vida, les ha apartado de nuestra protección y en ese paréntesis de soledad, nacen ellos, nuestros nietos y con sus pequeñas voces, nos hacen escuchar su llamada ¡¡¡abuelo...abuelito...!!!
y para ellos somos " el rincón donde siempre hay un beso, el lugar donde siempre hay un colo, el amigo que siempre acepta jugar a sus juegos, el cómplice que nos busca la disculpa de papá, el bolsillo que siempre transporta una chuchería, el compañero que nos lleva al parke, el duende que nos cuenta al dormir un cuento"
Pero nos negamos a que nos traten de "mal criadores y educadores de nietos". Más bien, lo que sucede es que para ser abuelo, antes hemos tenido que ser padres y esa experiencia nos enseñó a comprenderles mejor, a hacerles sentir que simplemente son niños, a no llevar la enseñanza infantil, como una academia militar, porque pronto dejan de ser niños y por eso queremos que nuestros nietos se sientan niños, cosa que tal vez no supimos enseñarles a nuestros hijos. Somos tolerantes, porque la vida nos enseñó que en la tolerancia, nace el verdadero respeto y valoramos sus juegos y la importancia que ellos le dan al juego.
Ser abuelo, es el puro amor de la vida, la entrega de nuestro propio ser sin vacilación.... sin duda.
En el momento actual, cuando la locura de esta Sociedad nos llena de casos diarios de violencia de género, adquiriendo cifras escalofriantes y en aumento y por la cual nuestras hijas y nietos, viven verdaderos infiernos de violencia, hijas y nietos a los que les hemos dado nuestra vida, caen asesinadas por una vil salvaje bestia asesina y aquí, deberíamos, los abuelos, tener mucho que decir y personalmente voy a poner un ejemplo; yo tengo dos hijas y si alguna vez, una de ellas simplemente es abofeteada por un bastardo, no lo dudo en lo que voy ha hacer.... no lo dudo. Lo cojeré en privado y tranquilamente solo le diré esto
" mira, valiente, no voy a juzgar si has tenido o no has tenido ( nunca se tiene) motivo para levantarle la mano a tu mujer, mi hija, pero te aconsejo que si no eres feliz con ella, por el motivo que sea, la dejes...
porque si vuelves a levantarle la mano la segunda vez ( y siempre se cumple) no tengas la menor duda de que eres hombre muerto. Yo me voy feliz a la cárcel, pero tu vas derecho al Cementerio y no tengas ninguna duda de ello", Si la Justicia no protege a nuestras hijas, deberíamos aplicar nuestra ley, porque es mejor que vivamos en una cárcel a que le llevemos flores al cementerio a nuestros hijos..
De todas formas y como "lógica de la vida" nuestra función de abuelos nos dura 8 ó 9 años, porque enseguida nos dicen " abuelo ... que ya soy mayor" y otras prioridades de juego con sus amigos, nos vuelven a desplazar, pero en sus corazones, nuestra figura perdurará en el tiempo y el recuerdo imborrable del abuelo, será una sonrisa en sus rostros. Siempre nos queda la esperanza de que nos nazca otro nieto, otra nueva rama del árbol de la vida de nuestros antepasados.
He escuchado a muchas mujeres decir " que el ser madres las ha realizado plenamente" yo digo que haber tenido un nieto en los brazos y haber jugado con él, es la verdadera respuesta de " HABER VIVIDO" y el que no ha tenido un nieto o no ha jugado con un nieto, al final de su viaje, se llevará el vacío de faltarle "algo"
Pero como todos los grandes amores, el amor de un nieto, es el arma asquerosa que usan mujeres cuando por niñerías de hoy se separan; LOS PRIMEROS QUE SUFREN SON LOS NIÑOS PORQUE NO ENTIENDEN EL PORQUE " PAPÁ NO DUERME EN CASA..."Y DESPUÉS SOMOS LOS ABUELOS PATERNOS, QUE NOS DIFICULTAN O IMPIDEN DISFRUTAR CON NUESTROS NIETOS EN SU CRUEL VENGANZA.
Los nietos son la respuesta a que hemos existido en esta vida, plasmada en " NUESTRO PROPIO ÁRBOL GENEALÓGICO" sin ellos no crecerían las nuevas ramas,y sin ramas " el árbol se secaría ".
Nacemos sintiendo el primer amor intransferible que es el amor a nuestra madre y por eso decimos " que madre .. solo hay una ...". Fruto de ese amor, nacen otros sentimientos transferibles, como el amor a nuestra pareja o a las diferentes parejas que nos encontremos, el amor a un animal de compañía, el amor a un determinado lugar. Cuando tenemos un hijo, volvemos a sentir el amor intransferible y al final de nuestro recorrido llega el tercer amor intransferible que son nuestros nietos y que representan la continuidad de nuestra propia sangre, la cadena genética de nuestros antepasados, la nueva rama que como nosotros nace y crece del árbol genealógico, del que hemos sido formados y al vernos envejecer, con el paso del tiempo, "ellos", con su nueva sabia, transportan nuestros sueños, nuestros caracteres, nuestra experiencia y hasta nuestras debilidades mejoradas.. Pero además, llegan en el momento en el cual, nuestros hijos han emprendido su nuevo vuelo de crear su propia familia y donde nosotros " ya no somos lo más importante". Aunque siempre serán nuestros hijos, apenas cuentan con nuestra opinión y lógicamente tienen otras personas a quien contarles las cosas.
Su nueva familia, como ley de vida, les ha apartado de nuestra protección y en ese paréntesis de soledad, nacen ellos, nuestros nietos y con sus pequeñas voces, nos hacen escuchar su llamada ¡¡¡abuelo...abuelito...!!!
y para ellos somos " el rincón donde siempre hay un beso, el lugar donde siempre hay un colo, el amigo que siempre acepta jugar a sus juegos, el cómplice que nos busca la disculpa de papá, el bolsillo que siempre transporta una chuchería, el compañero que nos lleva al parke, el duende que nos cuenta al dormir un cuento"
Pero nos negamos a que nos traten de "mal criadores y educadores de nietos". Más bien, lo que sucede es que para ser abuelo, antes hemos tenido que ser padres y esa experiencia nos enseñó a comprenderles mejor, a hacerles sentir que simplemente son niños, a no llevar la enseñanza infantil, como una academia militar, porque pronto dejan de ser niños y por eso queremos que nuestros nietos se sientan niños, cosa que tal vez no supimos enseñarles a nuestros hijos. Somos tolerantes, porque la vida nos enseñó que en la tolerancia, nace el verdadero respeto y valoramos sus juegos y la importancia que ellos le dan al juego.
Ser abuelo, es el puro amor de la vida, la entrega de nuestro propio ser sin vacilación.... sin duda.
En el momento actual, cuando la locura de esta Sociedad nos llena de casos diarios de violencia de género, adquiriendo cifras escalofriantes y en aumento y por la cual nuestras hijas y nietos, viven verdaderos infiernos de violencia, hijas y nietos a los que les hemos dado nuestra vida, caen asesinadas por una vil salvaje bestia asesina y aquí, deberíamos, los abuelos, tener mucho que decir y personalmente voy a poner un ejemplo; yo tengo dos hijas y si alguna vez, una de ellas simplemente es abofeteada por un bastardo, no lo dudo en lo que voy ha hacer.... no lo dudo. Lo cojeré en privado y tranquilamente solo le diré esto
" mira, valiente, no voy a juzgar si has tenido o no has tenido ( nunca se tiene) motivo para levantarle la mano a tu mujer, mi hija, pero te aconsejo que si no eres feliz con ella, por el motivo que sea, la dejes...
porque si vuelves a levantarle la mano la segunda vez ( y siempre se cumple) no tengas la menor duda de que eres hombre muerto. Yo me voy feliz a la cárcel, pero tu vas derecho al Cementerio y no tengas ninguna duda de ello", Si la Justicia no protege a nuestras hijas, deberíamos aplicar nuestra ley, porque es mejor que vivamos en una cárcel a que le llevemos flores al cementerio a nuestros hijos..
De todas formas y como "lógica de la vida" nuestra función de abuelos nos dura 8 ó 9 años, porque enseguida nos dicen " abuelo ... que ya soy mayor" y otras prioridades de juego con sus amigos, nos vuelven a desplazar, pero en sus corazones, nuestra figura perdurará en el tiempo y el recuerdo imborrable del abuelo, será una sonrisa en sus rostros. Siempre nos queda la esperanza de que nos nazca otro nieto, otra nueva rama del árbol de la vida de nuestros antepasados.
He escuchado a muchas mujeres decir " que el ser madres las ha realizado plenamente" yo digo que haber tenido un nieto en los brazos y haber jugado con él, es la verdadera respuesta de " HABER VIVIDO" y el que no ha tenido un nieto o no ha jugado con un nieto, al final de su viaje, se llevará el vacío de faltarle "algo"
Pero como todos los grandes amores, el amor de un nieto, es el arma asquerosa que usan mujeres cuando por niñerías de hoy se separan; LOS PRIMEROS QUE SUFREN SON LOS NIÑOS PORQUE NO ENTIENDEN EL PORQUE " PAPÁ NO DUERME EN CASA..."Y DESPUÉS SOMOS LOS ABUELOS PATERNOS, QUE NOS DIFICULTAN O IMPIDEN DISFRUTAR CON NUESTROS NIETOS EN SU CRUEL VENGANZA.
Los nietos son la respuesta a que hemos existido en esta vida, plasmada en " NUESTRO PROPIO ÁRBOL GENEALÓGICO" sin ellos no crecerían las nuevas ramas,y sin ramas " el árbol se secaría ".
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